domingo, 30 de enero de 2011

Jugar con el corazón

"Jugar con el corazón. La excelencia no es suficiente" no es ninguna novedad editorial, la primera edición se publicó en febrero de 2010. Escrito por Xesco Espar, el que fuera entrenador del primer equipo de balonmano del F.C. Barcelona con quien llegó a conquistar la Champions League de 2005, es un fantástico libro que te encamina a la responsabilidad y al liderazgo personal. En este libro Xesco Espar, con ejemplos de su experiencia, nos habla de cómo la vida recompensa a los que juegan con el corazón. En cualquier caso, muchos de vosotros ya conoceréis y habréis leído el libro, o habréis visto reseñas del libro en algún blog o red social, y si no lo habéis hecho os recomiendo que os pongáis las zapatillas y vayáis corriendo a la librería más cercana a haceros con un ejemplar. Hay que agradecer que se publiquen libros así.
Yo lo leí nada más salir a la venta, coincidiendo con una ponencia de Xesco Espar en San Sebastián, y tengo que reconocer que muchos capítulos me parecieron sumamente enriquecedores, pero me quedo especialmente con el titulado "Tu vida es ahora". Pensé que este capítulo era de los de tener marcado en el libro, y tenerlo siempre a mano en la mesilla. Y ahora, tras un periodo en el que, por múltiples y variadas razones, vuelvo a recurrir a el, quiero compartirlo con todos vosotros.
Este capítulo es un canto bestial a la acción, y te hace reflexionar en el porqué de no querer ponerte las pilas. En demasiadas ocasiones pensamos que ya empezaremos otro día a actuar, que en otro momento estarás mejor, que tal vez cuando el viento sople a favor, pero como bien señala Xesco "nos equivocamos al pensar que no pasa nada por un día" El poder del ahora es tan importante que debemos aprovecharlo "Tu vida es ahora. TU VIDA". Y el no dejar pasar más de un día, más el poder de tener el ahora en tus manos, más las ganas de actuar junto con la constancia, nos llevara, muy probablemente, al éxito "quien consigue algo lo consigue porque actúa...La vida no entiende de intenciones, sólo de acciones. Si actúas, lo consigues; si no actúas, no. Punto." Esta vida que estamos viviendo es nuestra y "ya que vamos a vivir esta vida ¡vivámosla! Arriesguemos, decidamos, actuemos."
En alguna otra entrada de este blog, ya hemos comentado la necesidad de liderar nuestras vidas, de decidir por nosotros mismo, de ser los capitanes de nuestro barco, el maquinista de nuestro tren. Como bien señala Xesco Espar al final del capítulo "Ser líder no es fácil ni difícil. Es una decisión".
Tú qué decides, ¿liderar tu vida o que te la lideren?

domingo, 23 de enero de 2011

Raúl, el lider de la panda

Cuando en el verano de 2010, Raúl González Blanco, el capitán y símbolo del Real Madrid durante las últimos años, anunció que dejaba el equipo blanco para irse al Shalke 04, muchos pensamos que se había equivocado en su elección. Pues bien, ayer Raúl volvió a dar la victoria a su equipo alemán. Lleva 10 goles en 19 partidos y, aunque el equipo no esté peleando por la Bundesliga, lo tiene situado a mitad de tabla tras un horroroso comienzo, clasificado para los cuartos de final de la Copa Alemana y en los octavos de final de la Liga de Campeones donde se enfrentará al Valencia. Y sobre todo, y en mi opinión lo más importante, este chico de un barrio humilde de Madrid sonríe en Alemania.
Raúl siempre me ha recordado a una especie singular: el líder de la panda. Ese líder natural que, si pensamos un poco, a todos nos vendrá a la cabeza. Ese que decidía si se iba al cine o a la bolera, el que primero se acercaba a las chicas, el que escogía el bar al que se entraba, ese que cuando no estaba con la pandilla, todo era diferente porque aunque te lo pasabas bien, no era lo mismo. El líder de la panda, lideraba por admiración, por entusiasmo, por convicción, no imponía, convencía con el ejemplo.
Raúl tiene ese perfil de lider de pandilla transformado en deportista profesional. Si lo tienes en tu equipo contagia un entusiasmo especial y te hace creer que, con él en el campo, siempre se puede ganar, y si lo tienes en contra, te tiene continuamente en alerta, sin poder bajar la intensidad. Como señalaba, es el líder que convence con el ejemplo: nunca te pide algo que él no da; llega el primero a entrenar y se marcha el último; es el primero que tira en los ejercicios, va el primero corriendo y si hay que hacer 50 abdominales, hará 52. Se preocupa por el grupo y es el primero que defiende a ese grupo por encima de todo.
En muchos libros y artículos sobre liderazgo se pregunta si el líder nace o se hace. Personalmente, siempre he considerado que hay una mezcla de ambas cosas pero en el líder de la pandilla creo que hay una factor de nacimiento y de entorno importante. No obstante, un líder como Raúl no puede solamente quedarse en ese perfil y valerse de su instinto por lo que tiene que aprender y desarrollarse. Si el líder de la panda no crece, terminará por vivir del recuerdo de lo que un día fue. En este sentido, Jorge Valdano, Director General del Real Madrid, señalaba en una entrevista que si a Raúl le faltaba alguna inteligencia, esa era la inteligencia emocional, y que con el tiempo ha sabido incorporarla.
Mucho se ha hablado del papel de Raúl dentro del vestuario del Real Madrid y de la Selección, e indudablemente los que lo han vivido sabrán lo que realmente sucedió, pero que yo recuerde, publicamente nunca ha tenido una palabra más alta que otra, ni un comportamiento inadecuado, todo lo contrario, siempre ha mantenido el saber estar de un caballero.
Tenia ganas de hablar de Raúl González Blanco, el líder de la panda.

domingo, 16 de enero de 2011

¿Qué más nos estamos perdiendo?

Hará cosa de un año me llegó un vídeo sobre un experimento que el periódico The Washington Post realizo en el metro de Washington. Esta semana, ha vuelto a caer en mis manos en formato presentación y, como aquella primera vez, se me ha encendido una alarma.
En un fría mañana del año 2007, un joven de incógnito se puso a tocar el violín en el metro de Washington. Ese joven era Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, y que días antes había abarrotado un teatro de Boston a 100 dolares la entrada. Durante 45 minutos estuvo tocando con un violín Stradivarius del año 1713, valorado en 3,5 millones de dolares, algunas de las más bellas y complicadas partituras que jamás se han compuesto. Durante ese tiempo, en el que pasaron unas mil personas, recaudó 32 dolares y la inmensa mayoría no le prestó atención. El objetivo de esta actuación era la de investigar la percepción, el gusto y las prioridades de la gente. Como señala la presentación que abajo os dejo, si no tenemos un instante para pararnos a disfrutar de esta maravilla ¿qué mas nos estamos perdiendo?
Como decía al comienzo, mi alarma a vuelto a saltar. En esta espléndida mañana, he comprado la prensa y me he sentado en el mismo banco que todas los días ignoro al ir y al volver de trabajar. Como todas las mañanas y las tardes, hoy también circulaban coches, motos y autobuses pero, sin embargo hoy, he escuchado mis pasos, mi respiración, el viento y las risas de las personas que paseaban. Sí, hoy es domingo. No es un día laborable. Cierto. Pero hoy he recordado que me prometí aprovechar el poder del ahora y que no necesitaría más mensajes como el de Joshua Bell. La alarma ha saltado. Espero que por ultima vez.

domingo, 9 de enero de 2011

Niños Trofeo

Even, Lee, Billy y Charlie, 4 niños de 9 a 15 años fueron los protagonistas del reportaje de Documentos TV titulado "Niños Trofeo". 4 niños que, a pesar de su corta edad, ya llevan una larga carrera deportiva en el golf, tenis y boxeo. 4 padres volcados con las carreras de sus hijos, incluyendo 2 que habían dejado sus trabajos y, practicamente todos, habían hecho que sus hijos dejaran el colegio para dedicarse plenamente a esas carreras deportivas. 4 familias que han deposito su futuro, tanto económico como de ilusiones, en 4 niños que deben cargar sobre sus espaldas esa pasada losa.
En el reportaje, el padre de Billy de 9 años, campeón del mundo de golf de menores de 9 años, señala " lo único que importa es ganar, es cuestión de vida o muerte". El mismo padre, tras un mal torneo, le señala a su hijo (de 9 años, no lo olviden) " me has decepcionado, has decepcionado a tu familia y te has decepcionado a ti mismo". El padre de Lee Spurling, de 12 años y apodado El Lobo, a la pregunta de qué pasaría si su hijo dentro de unos años renunciase a jugar al golf, responde "eso no pasará porque Lee no renunciará a ser rico". Estos son solamente algunos ejemplos del espeluznante reportaje de la vida de estos niños.
Seguramente, muchos conocemos historias, si no iguales, que nos recuerdan a las mostradas en el reportaje: padres que pagan a sus hijos por goles metidos, padres gritando a sus hijos por no hacer lo que les han indicado previamente o, lo que es peor, padres discutiendo con otros padres. Es muy preocupante la traslación de los sueños frustrados de los padres a sus hijos.
Hay muchos ejemplos de deportistas dirigidos por sus padres que han llegado a triunfar pero y ¿cuántos se han quedado en el camino? por cada Tiger Woods se han quedado miles y miles de sueños por el camino. Poco a poco, algunos clubes profesionales, están creando programas para educar a los padres en la gestión de las circunstancias que rodean a sus hijos: presión, frustraciones, éxito, etc.
Considero que a los niños hay que dejarles competir y que desarrollen su talento pero con la firme base de unos valores que prevalezcan sobre la victoria a cualquier precio. En esa parte los padres son pieza fundamental. Cuidemos el talento, cuidemos la cantera y cuidemos a nuestros futuros campeones. Esta semana se conocerá al nuevo Balón de Oro para el que están nominados Xavi, Iniesta y Messi. Viendo, observando y escuchando a estos tres jugadores, tenemos un gran ejemplo de PERSONAS deportistas.

domingo, 2 de enero de 2011

¿Necesitas gafas para un cambio de paradigma?

La primera vez que escuche hablar de paradigmas, al menos que yo recuerde, fue en clase de Historia del Arte al hacer nuestra profesora referencia al "David" de Miguel Ángel, obra realizada para la catedral de Santa María del Fiore (Florencia), como paradigma de la escultura renacentista. Mucho más tarde, a finales del siglo XX, en la misma Florencia se comparó al denominado jugador más grande italiano, Roberto Baggio, paradigma de la elegancia que impregna la bellísima capital toscana.

Tuvieron que pasar unos cuantos años para que, de manos de otro profesor, volviera a oír hablar de los paradigmas, en esta ocasión como objetivo del ejercicio que mucho de vosotros/ as habréis realizado sobre la imagen de la mujer joven y la anciana y que a la izquierda podéis observar. En este ejercicio, en la que en una misma imagen se superponen la imagen de la mujer joven y de la anciana, una parte de la clase ve a la mujer joven y la otra parte a la anciana, lo que lleva a un debate en defensa de la imagen que se contempla y en contra de la otra postura, cuando las dos partes tienen razón.
Hace unos días en el grupo Entrenadores de Facebook recordaron otra historia de cambio de paradigmas: Dos acorazados asignados a la escuadra de entrenamiento, habían estado de maniobras en el mar, con tempestad, durante varios días. Yo servía en el buque insignia y estaba de guardia en el puente cuando caía la noche. La visibilidad era pobre; había niebla, y el capitán permanecía sobre el puente supervisando todas las actividades. Poco después de que oscureciera, el vigía que estaba en el extremo del puente informó: “Luz a estribor”.
-“¿Rumbo directo o se desvía hacia popa?”, gritó el capitán. El vigía respondió: rumbo directo. Lo que significaba que nuestro propio curso nos estaba conduciendo a una colisión con aquel buque. El capitán llamó al encargado de emitir señales. “Envía este mensaje: Estamos a punto de colisionar; aconsejamos cambiar 20 grados su rumbo.” Llegó otra señal de respuesta: “Aconsejamos que ustedes cambien 20 grados su rumbo”. El capitán dijo: “Contéstele: Soy capitán; cambie su rumbo 20 grados””. “Soy marinero de 2ª clase –nos respondieron–. Mejor cambie su rumbo 20 grados”. El capitán ya estaba hecho una furia, y espetó: “Conteste: Soy un acorazado. Cambie su rumbo 20 grados”. La linterna del interlocutor envió su último mensaje: “Yo soy un faro”. Cambiamos nuestro rumbo.
Utilizamos los paradigmas como modelo de algo, como ejemplo de algo. Es el modo en el que vemos las cosas desde nuestra perspectiva, desde nuestra visión. De un modo muy preciso, Stephen Covey en su magnifico libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" señalaba que un modo simple es considerar a los paradigmas como nuestros mapas. Estos poderosísimos paradigmas están construidos sobre firmes creencias influenciadas por nuestro entorno (familia, amigos, el entorno social y cultural, la religión, etc) y nos condicionan enormemente para actuar ya que consideramos que lo que vemos es realmente lo que es. Actuamos en base a lo que vemos, a pesar de estar limitados en nuestra visión de otras circunstancias pero ¿y si pudiéramos ver más allá de esos paradigmas construidos? En este nuevo año os propongo como reto reconsiderar nuestros paradigmas. Atrevámonos a cambiar nuestro mapas y descubrir otras maneras de vivir y entender a las personas o ¿tal vez tengamos que ponernos las gafas que le regalaron al amigo del siguiente vídeo ?