viernes, 30 de diciembre de 2016

Matronas, inspirando con el ejemplo

Como todos los años por estas fechas tendemos a hacer balance de lo vivido en los últimos 365 días. Puede ser que si dentro de cinco o diez años recordamos uno de estos años vividos recientemente nada relevante recordemos, o tal vez sí. Para mi este 2016 será recordado por las excesivas visitas al Hospital, pero especialmente por la llegada de Alex Acebal Malagón, mi tercer hijo.
En este nacimiento tuvimos la fortuna de estar acompañados por unas matronas excepcionales. Como definición la matronería es la ciencia de la salud y la profesión de la salud que se encarga del embarazo, el parto y la atención del recién nacido, pero más allá de las definiciones están las personas. Sí, es su trabajo, pero creo que en estas profesiones hay algo más detrás. Personas que nos hicieron sentir acompañados, preciosa palabra muy vinculada al mundo del Coaching.
Curiosamente, y aunque el Coaching moderno tiene una historia más reciente y con fuentes más actuales, su base se asienta en la mayéutica socrática, el método de enseñanza entre el maestro y el discípulo en el que a base de preguntas el maestro acompaña al discípulo a encontrar las respuestas. El siguiente texto es bastante representativo de esto:

Sócrates; Mi arte de alumbrar comprende pues todas las funciones que cumplen las comadronas, pero difiere del suyo en que asiste a hombres y no a mujeres y en que provoca el parto en sus almas y no en sus cuerpos. Por otra parte tengo en común con las comadronas que soy estéril en materia de sabiduría, y el reproche que me han hecho a menudo de interrogar a los demás sin declararme sobre nada, porque no tengo en mí sabiduría alguna, es un reproche que no carece de verdad. Por ello, no soy nada sabio yo mismo ni puedo presentar ningún hallazgo de sabiduría al que mi alma haya dado vida. Pero todos aquellos que se apegan a mí, aunque algunos de ellos parezcan al principio completamente ignorantes hacen maravillosos progresos durante su comercio conmigo, no solo para su juicio sino para el juicio 
de los demás, y resulta claro como el día que no han aprendido nada de mí, y que ellos mismos han hallado en sí y dado a la luz muchas cosas bellas.
Texto está traducido y publicado en el libro “El Coaching” de Françoise Caby.
Acompañamiento, cercanía, empatía, conocimiento, comprensión, cariño, seguridad.. es lo que sentí en esos momentos, eso me trasladaron estas bellísimas personas. Y eso en un momento tan especial de nuestras vidas no tiene precio. Tenemos mucha suerte de contar con profesionales así pero sobre todo tenemos una inmensa fortuna de que sean personas tan especiales.
Aprendí desde la distancia que sería maravilloso que los coachees lleguen a sentir algo parecido en sus procesos “y que ellos mismos han hallado en sí y dado a la luz muchas cosas bellas” Este próximo 2017 seguiremos trabajando para ello.

Gracias por vuestro ejemplo Minia, Miren y Paula.

FELIZ 2017!!!!

viernes, 9 de diciembre de 2016

Coaching en momentos de crisis...y en los buenos momentos

Desde mi experiencia percibo con cierta curiosidad como una parte de los deportistas que se acercan a los procesos de Coaching lo hacen en momentos de crisis (no juego, no estoy obteniendo los resultados deseados, no estoy a gusto en mi club, no me siento valorado, me quiero ir, no consigo sacar todo mi potencial…) No quiero llamarlos malos momentos ya que la palabra crisis en su origen (algo que se rompe) nos lleva al análisis y a la reflexión que es justamente lo que ocurre en esos comúnmente llamados “malos momentos”.
Pero como decía lo que me lleva a esta reflexión es que cuando se van superando estos momentos, algunos deportistas tienden a desligarse de la reflexión, del análisis, en definitiva, de la mejora y creo que justamente ahí está la diferencia entre el deportista que quiere ser un buen deportista y el que quiere sacar su mejor versión. Coletillas como “ es que ahora ya sé lo que tengo que hacer” estoy bien, ya no necesito seguir trabajando”…son habituales en los finales de proceso y creo que parten desde una visión externa de la mejora. Con esto no quiero decir que no haya procesos que tengan un inicio y un final determinado por que se consigan, o no, las metas, sino que el fin de un proceso creo que tendría que basarse en una reflexión interna. Y por supuesto también de la reflexión sobre el trabajo realizado por el coach a lo largo del proceso y su valor y aportación en la mejora. 
Por lo general, este segundo grupo de deportistas, el que busca sacar su mejor versión, continua con la mejora continua, analiza en qué tiene que mejorar incluso cuando todo el mundo desde el exterior le refuerza y le alaba su trabajo,  analiza los pequeños detalles, esos detalles que le llevarán de estar cerca de un escalón o de otro, deportistas que se analizan desde lo interno, crecen dentro y fuera de los recintos deportivos, crecen en su relación con su entorno pero siempre de dentro hacia fuera. Son un colectivo más exigente, más cercano a la excelencia, que no a la perfección, son un colectivo que al finalizar su carrera estarán mucho más cerca de sentirse plenamente satisfechos consigo mismo.
En los procesos de Coaching individual cada jugador es un diamante, cada jugador requiere una atención especifica, una escucha particular sobre su realidad y sobre el trabajo a realizar en ese camino, son únicos y eso es un valor añadido a tener en cuenta.
Cuando comencé mi formación en Coaching una de las cosas que aprendí fue que el deportista no debe quedarse anclado al coach. Tras unos cuantos años de práctica en el ámbito deportivo creo que la relación entre coach y coachee debe ir teniendo una evolución hacia la autonomía del deportista pero también que en el mundo del deporte, ante contextos tan cambiantes, el trabajo continuo de Coaching da un valor añadido al deportista acompañando individualmente en la búsqueda de la mejor versión del deportista. Por supuesto, como decía antes, en esta relación el valor que pueda aportar el coach a la mejora es clave, no todo vale, el valor añadido deber ser medible, objetivo, tangible, demostrable...para lanzar humo ya están las chimeneas. 

"Nunca descanses hasta que tu bueno sea mejor y tu mejor sea EL MEJOR"
Tim Duncan (Jugador NBA durante 19 temporadas. 5 veces ganador de la NBA con San Antonio Spurs)

viernes, 2 de diciembre de 2016

Hoy he sido un poco Nico Rosberg

En los últimos años no estoy siendo un gran seguidor de la Formula 1. Tuve mi momento en la época de Michael Schumacher, y con un recuerdo bastante más lejano la época gloriosa de Ayrton Senna y Alain Prost. En aquel tiempo la Formula 1 me parecía bastante divertida, muy diferente a la de hoy en día. Aunque realmente creo que la seguía más por el pique con algún amigo que era de Senna y yo de Prost que por el propio espectáculo.
Esta temporada he ido siguiendo desde la distancia la pugna entre las flechas de plata de Mercedes de Hamilton y Nico Rosberg. A Hamilton como figura del deporte le veo distante, no es una figura que me genere cercanía, ni ganas de profundizar en su historia. Tal vez me equivoque. Por el contrario Nico Rosberg me parecía una figura más amable pero también sin profundizar, simplemente no le conocía.
Hoy Nico Rosberg ha anunciado su retirada. Me he encontrado la noticia por casualidad y he entrado a leer el mensaje que ha difundido a través de las redes sociales... y misteriosamente me he visualizado siendo él. Podría decir que lo he sentido como propio. He vivido su lucha por el sueño deseado, los obstáculos, el trabajo, los sacrificios, he vivido la presión por los resultados y las frustraciones de los último años y he sentido esa última carrera despojado de la presión, disfrutando de cada momento ¿Cuál es el motivo de que esto no pueda ser así siempre? Ese estado de flow con el foco en lo interno, en lo que depende de uno mismo…Eso es lo que buscan los deportistas y tratan de tenerlo presente y que la mayoría de las veces aparece cuando se despojan de todo lo externo que les sobra.
Pero sobre todo de su mensaje he sentido su calma, ese momento en el que se le ha revelado la decisión que iba a tomar, “El domingo de Abu Dabi, por la mañana, sabía que sería mi última carrera. Tenía ese pensamiento claro en mi cabeza. Entonces empecé a disfrutar cada momento de la experiencia, sabiendo que podría ser la última vez... y cuando las luces se apagaron viví las 55 vueltas más intensas de mi vida"

Probablemente Nico Rosberg tendrá la vida solucionada y se la podrá dedicar a su familia pero misteriosamente a mi lo que me ha trasmitido ha sido la calma absoluta, la tranquilidad  total de saber lo que quiere hacer, donde quiere estar, quien quiere ser…Muchas veces los egos, las ambiciones mal entendidas nos traicionan y nos llevan a querer más pero más ¿para qué? Tal vez dentro de un tiempo Rosberg se arrepienta y vuelva, o no, pero sentir en tu vida esa calma, esa claridad, aunque solamente sea una vez, creo que merece mucho la pena. Yo alguna vez la he tocado, en ocasiones creo que de manera ficticia, en otras más real pero no de manera totalmente plena. A mi hoy me ha llegado el mensaje de Nico Rosberg. Por un momento me he puesto en los zapatos, muy cómodos por cierto, de Rosberg… Hoy he sido un poco Gorka Rosberg…creo que a esto se le llamaba  empatía ¿verdad?

jueves, 3 de noviembre de 2016

En construcción

Siempre he creído que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de ser protagonista en la  construcción de su mejor versión. La mejor versión para encontrarse satisfecho con uno mismo. No la versión que alguien nos diga, o la mejor versión para otros. Nuestra mejor versión. La versión con la que realmente nos sintamos a gusto. Tal vez podríamos hablar de ser felices pero no como destino, no como un objetivo final, sino como un objetivo de camino.
En este sentido y llevándolo al deporte, siempre he creído que la mejor versión de un jugador tiene que ver con su crecimiento profesional y personal. Entiendo que ese crecimiento empieza desde el interior de uno mismo y no se pone y se quita al entrar al campo. Es una construcción uniforme que va abarcando todos los espacios de la persona / deportista y que se retroalimenta. 
Un proceso de Coaching integral trata de que el jugador vaya encontrando internamente esa versión. Que vaya descubriendo/creando lo que le hace estar bien consigo mismo y vaya despojándose de lo que le sobra, arrojar a la basura aquello que le limita y le empequeñece. Construir esa versión de la que sentirse realmente orgulloso si uno la ve como un espectador.
Sin embargo, a veces nos engañamos en esta construcción ya que la cuestión no es estar bien cuando el viento sopla a favor. Ahí todos ( o casi todos) sabemos navegar. Lo complicado está cuando las circunstancias no son las adecuadas (equipo, ciudad, afición, compañeros, entrenador, apoyos…) Ahí es donde las personas crecemos y nos podemos hacer grandes. Desde esa incomodidad construimos esa versión completa y es ahí donde el verdadero trabajo interior aparece.
Pero curiosamente en estas circunstancias aparecen demasiadas coletillas y justificaciones para seguir en el mismo punto: “yo soy así” “es muy fácil decirlo” “mira lo que hacen otros” “es que las cosas son así”.... Y eso puede estar bien siempre y cuando el jugador (persona) esté de acuerdo con esa versión. Lo que chirria es no estar bien, ir lamentándose y no querer cambiar. La coherencia salta por los aires. Si quieres cambiar, ponte en acción. Reflexiona desde la realidad a la que te enfrentas analiza la situación, los obstáculos y qué vas a hacer para cambiar.

Por lo que voy descubriendo, una de las claves para afrontar esta construcción es vivir cada situación desde la realidad y el presente. Analizar la realidad desde lo objetivo y medible sin dejar a nuestro particular guionista que cree películas desde las suposiciones. Vivir desde el presente en el aquí y ahora es lo más cercano a la plenitud, a ser realmente consciente de la vida. Desde ese aquí y ahora ser dinámico, flexible y adaptable a la realidad. 
Disfrutar desde lo incomodo de las curvas que van apareciendo. Disfrutar en construcción.

domingo, 23 de octubre de 2016

La originalidad

Hace un par de semanas recibí un comentario a una entrada titulada “La bellota de la Vida” que publiqué el 20 de mayo del 2012 y me ha reactivado en la escritura. Que conste que no es solamente ese factor externo lo que me motiva a volver al blog, tengo entradas escritas que pronto espero ir compartiendo con todos vosotros, pero esta vez retomo el blog por este comentario.
Se agradece mucho que haya gente que siga releyendo entradas escritas hace tanto tiempo. Lo primero agradecí mucho el comentario y lo respondí pero además me dejó una semilla de reflexión. El comentario hablaba sobre la originalidad como manantial escaso, insinuaba que el símil de la bellota sería copiado a Carl Jung y lo mucho que los coachs saben sacar partido a lo ya existente.
En una primera lectura el comentario me sonó bastante irónico, bueno, es más, creo que con ese tono está escrito, y como últimamente escribir sobre las lagunas del coaching está de moda me ha llevado hasta aquí ¿Acaso sacar partido a lo ya existente es malo?¿No es positivo reconocer y adaptar lo que otros han hecho bueno? Me reconozco un aprendiz de otros. He adaptado ideas, conceptos, herramientas que también las he utilizado para mis procesos y para mi desarrollo personal. No veo más que ventajas en ello. Sería maravilloso que todos fuéramos innovadores y originales pero ¿alguien vive en la originalidad permanente? Por otro lado, creo que la riqueza del buen Coaching y del buen coach es la flexibilidad que tiene el beber de muchas fuentes lo que permite poder optar a aprender de muchos y variados expertos. La escucha es probablemente la competencia más reconocida a un coach y esa competencia va a permitir estar abierto a coger de todas esas fuentes lo útil para los procesos.
Como me gusta llevar al deporte los ejemplos de lo que hablo, y aunque esta semana me he llevado una pequeña decepción por unas declaraciones suyas, voy a poner a Guardiola, una vez más, como ejemplo de esto. Hace poco leía un reportaje sobre Pep en el que se señalaba que él se ve como un entrenador normal que necesita compensar sus carencias con muchas horas de trabajo. No es la primera vez que leo esto. Considero que Guardiola ha sido el último revolucionaria en el fútbol moderno y creo que lo ha hecho desde el modelo y desde las enseñanzas de sus predecesores. Sinceramente creo que su originalidad está basada en el inmenso trabajo de escucha y aprendizaje.
Escucha, aprendizaje, flexibilidad, adaptación, curiosidad, reconocimiento...muchas palabras que pueden estar impulsadas por la originalidad pero que por sí mismas ya tienen un universo inmenso que nos ayuda a crecer. Y sin embargo creo que la originalidad sin todas ellas termina estando incompleta. 



lunes, 8 de agosto de 2016

Pensamientos encontrados (IV)

Y la vida te sacude. En un segundo. Solo es un segundo. Todo cambia de prioridad. Todo lo que parecía importante ya no lo es en absoluto. No hay voz, ni melodía que te tranquilice. Quieres silencio. Buscas silencio. Silencio para estar contigo a solas. Silencios que te hacen sentir en soledad. Dan tranquilidad pero también asustan. Silencios para buscarte. Silencios para encontrarte. 
La vida te voltea. Todo lo establecido se tambalea, se pone patas arriba y te hace ver lo que verdaderamente duele en tus entrañas. Duele hasta hacerte dudar de esa fortaleza que creías tener. Pero, sin embargo, te fortalece en las raíces. En lo que de verdad importa. En lo sustancial de la vida. En lo que está en tu día a día y dejas que se convierta en rutinario. En la rutina que anestesia lo vital. La anestesia de la comodidad, la anestesia del miedo. La anestesia que nos hace deambular pensando en un mañana que es idéntico al pasado, en un mañana que siempre es presente.
No sabes donde estás. Estás aturdido. La sacudida ha sido bestial. Vuelves a la casilla de salida y te toca jugar, te toca apostar. No juegues a lo loco te dices. Pero juega, y vive. 
Los suelen llamar despertares.


*Para entender el origen de estos pensamientos encontrados ir a la entrada del 26 de agosto de 2015.

viernes, 6 de mayo de 2016

Coaching de Equipos - Easo Junior

El pasado mes de julio realicé en la Universidad Florida de Valencia el curso de Coaching de Equipos y otros enfoques bajo la dirección de María Ruiz de Oña (ver entrada del 8 de agosto de 2015) El aprendizaje más importante que extraje del curso fue el de “estar”,  estar en el proceso, hay que tener conocimiento y preparación, obvio, pero sobre todo hay que estar. Estar a lo que sucede, a lo que requiere cada situación, cada momento. Y este aprendizaje ha sido valiosísimo ya que me ha ayudado mucho a adaptarme a la realidad de cada momento. Nos preparamos para tener las respuestas, las herramientas concretas, para no fallar, para parecer que lo sabemos y controlamos todo.  Y así visualizamos el proceso en el que queremos participar. Pero el proceso tiene su propio sistema que lo mueven las personas que lo componen y que nosotros debemos procurar acompañar.
He tenido la suerte de compartir esta temporada con el Junior A del Easo, que el miércoles finalizó su temporada con una brillante 9º posición en el Campeonato de España Junior, la mejor clasificación de la historia del club.  Ha sido un proceso en el que el principal trabajo ha estado en el acompañamiento a su entrenador Alberto Ausin.
Los procesos de equipos, como es lógico, los solemos unir directamente al trabajo con el grupo pero desde el punto de vista del coach el trabajo directo con el entrenador es de gran impacto ya que es el entrenador quien más contacto tiene con el propio equipo y el trabajo diario del entrenador cae como la lluvia sobre los jugadores, se esparce de una manera más continuada. Por eso comentaba al principio que en los procesos hay que estar y moverse en función de lo que requiere el propio sistema del grupo ya que podemos entender que un proceso de Coaching de equipos debe tener una intervención directa sobre el equipo pero, en ocasiones, el equipo ya tiene generada una dinámica de funcionamiento y el trabajo tiene que centrarse más en otras áreas.
En este proceso, como decía, el principal trabajo ha sido el acompañamiento a Alberto en su labor de gestionar al equipo y sacar su máximo potencial y de crecimiento como entrenador y, ligado a ello, su crecimiento personal. Ha sido un proceso en el que yo también he aprendido mucho y en el que las conversa(c)iones han ido siendo transformadoras. También se han realizado intervenciones con el equipo en momentos concretos. Un equipo que tenía como principal virtud el conocer cuales eran sus fortalezas y cuales eran las áreas que debían trabajar si querían conseguir sacar su máximo rendimiento. Y esto para mi demuestra que han sido un equipo. Como todos los sistemas integrados por personas han tenido sus lagunas, sus momentos de dudas, pero creo que el broche final en el Campeonato de España define mejor que nada qué tipo de equipo han conseguido ser.
Por terminar quería darle las gracias a Alberto. En él he encontrado una persona honesta, sincera, trabajadora, con muchísimas ganas de crecer y de aprender y, sobre todo, muy pasional. Siente  y transmite pasión por el baloncesto, por entrenar y siente pasión por sus jugadores. Sufre y goza con ellos. Me encanta recalcar lo de la pasión porque creo que es una de las características fundamentales que debe tener una persona, y mas en un entrenador que tiene el objetivo de liderar un grupo de personas y convertirlo en un equipo. Si hay pasión encontraremos muchas cosas, sin pasión nos faltarán muchas. 
Aquí os dejo el enlace a la crónica escrita por el propio Alberto.


Muchas gracias al Easo por darme esta oportunidad y gracias especialmente a Alberto.

PD: Alberto te tomo prestada la foto.