sábado, 12 de marzo de 2011

Fuerza Delpo

Juan Martín Del Potro (23-09-1988, Tandil-Argentina) ocupa actualmente el puesto 90 en el ranking de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) En el año 2009, tras vencer el 15 de septiembre de 2009 en la final del Open USA a Federer, finalizó en el número 5 del ranking. El pasado año 2010, terminó en el número 257. ¿Qué ha pasado en la vida de este espectacular jugador?
Juan Martín Del Potro estuvo el año pasado convaleciente de una lesión y como él mismo señala, pasó de ser el futuro número 1 del mundo a no ser nada. En una reciente entrevista en el diario argentino La Nación, Del Potro decía que lo que le ha pasado ha sido un reflejo de la vida: te puede cambiar todo en un segundo.
Su grave lesión en la muñeca derecha que le tuvo casi diez meses fuera de las pistas, le ha hecho valorar más su vida. "Me di cuenta de que sin tenis, no podía estar, lo extrañaba demasiado y hoy lo hago con muchísimas más ganas que antes y hago más esfuerzos que antes en los entrenamientos. Y dentro de lo malo que fue 2010 para mí, esto es lo que rescato de positivo, el hecho de valorar otras cosas".
He querido reflejar esta historia porque sigue siendo llamativo que debamos pasar por situaciones límite para valor mejor lo que somos y lo que queremos ser. Es sorprendente que necesitemos que la vida nos ponga en apuros para esforzarnos más, para dar más de lo que somos y tenemos dentro de cada uno de nosotros. Este es el caso de un deportista profesional, que lleva desde los 7 años soñando con llegar a ello, y que una lesión hace que se tambaleé su vida entera. Teniendo siempre presente que tiene 22 años.
Esta experiencia la podríamos extrapolar a cualquiera de nosotros: el cierre de una empresa, el cambio de puesto o el despido de nuestro trabajo, podrían provocar en nosotros una situación parecida a las experimentada por Del Potro durante ese largo 2010. Por todo ello, defiendo el ser conscientes de nosotros mismos, el disfrutar de los que somos y tenemos, el liderar nuestras vidas y que situaciones externas no nos derroten, tal vez nos hagan dudar... pero dudar en el camino que hay que tomar para crecer. Debemos trabajarnos para que, cuando la vida nos zarandee, estemos preparados para resistir esos envites; tal vez incluso nos llegue a derribar pero estaremos preparados para volvernos a levantar, con más fuerza si cabe.
¡¡¡Fuerza Delpo!!!

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