El coaching es el medio, no el fin.

Coaching ejecutivo, de empresa, deportivo, personal, político, nutricional, musical, cursos, formaciones, nuevas técnicas, nuevas asociaciones... el coaching llegó para quedarse pero su credibilidad va depender mucho de cómo se va gestionar este boom, ¿esta burbuja?, por el coaching, que cada día crece un poco más. Por supuesto, personalmente, me alegra que el coaching cada vez este más integrado en las organizaciones empresariales (el día 5 de julio en ADEGI hay un taller sobre "El impacto del coaching en el rendimiento organizacional") y deportivas. Pero últimamente tengo la sensación que el coaching aparece más de lo que debería ¿es así? ¿debe de ser así? no lo sé, es, simplemente, una sensación que me viene cada vez que abro una revista, veo un reportaje en televisión o escucho un programa de radio. El coaching es una herramienta que ha llegado tarde a España pero que camina a pasos agigantados y que puede servir para ayudar a potenciar muchísimos talentos ocultos. Pero ayudar, el coaching no es ninguna herramienta mágica como parece que en algunas ocasiones se intenta trasladar.

Un ejemplo, ayer en un tweet leía lo siguiente "el coaching convierte al gerente en un nuevo tipo de líder" Creo que nos estamos equivocando con frases así- El coaching es un medio, una herramienta para ayudar a conseguir un cambio pero no es el fin en si mismo. No hay que ensalzar el coaching como un proceso que por si solo consigo cambiar a una persona. El coaching no puede convertir a un gerente en un tipo de líder si el propio gerente no cree en el cambio, es decir, es el gerente es el que se convierte en un nuevo líder, ¿con ayuda del coaching? sí, puede ser, pero también puede usar otras herramientas. Debemos de hacer llegar que el coaching conlleva un trabajo constante, un esfuerzo importante. Creo que debemos ser conscientes del papel del coaching y responsables dentro de nuestras formaciones como coach de llevar a buen puerto su esencia. Luego unos lo practicaremos de manera más o menos purista, en un área o en otra, pero siempre con respeto a la esencia que, creo, casi todos compartimos. No estropeemos este camino que ha comenzado, hagámoslo bien. Seamos ejemplo.